Los perros son unas de las mascotas que más fieles pueden llegar a ser a sus amos, sin embargo, algunos suelen ser un poco rebeldes, mordiendo tus zapatos, haciendo sus necesidades donde no les corresponde, o ignorándote cuando le llamas. Al igual que los niños pequeños, es fundamental saber educarlos y criarlos, para que cuando sean adultos, estos se sepan comportar.
Algunos perros pueden ser increíblemente dóciles y obedientes, por lo tanto son más fáciles de adiestrar, sin embargo, hay otros que suelen ser un poco rebeldes, pero no te preocupes, esto no tiene por qué ser un problema, aunque no soporten seguir las instrucciones hay muchas alternativas para hacerle entender a tu mascota lo que está bien y lo que está mal.
Es importante saber que con los golpes, los gritos y los malos tratos solo se podría lograr que su comportamiento y conducta empeoren de forma significativa, por ello lo mejor es buscar alternativas que no impliquen ningún tipo de dolor o maltrato, sino que hemos de buscar una forma más clara y efectiva de comunicarnos con nuestra mascota.
Continuando con el mismo orden de ideas, lo principal para evitar problemas en el futuro y darle un crecimiento adecuado a nuestra mascota, es intentar inculcarle desde que es cachorro ya qué será más fácil, debemos enseñarle donde debe hacer ciertas cosas, por ejemplo: dónde comer, dónde beber agua, dónde hacer sus necesidades y que cosas no debe tocar o morder. Además de disminuir la cantidad de problemas que se puedan presentar cuando el perro ya sea adulto, evitaría que consuma objetos que puedan provocarle problemas de salud.
Esta tarea en algunos casos no suele ser tarea fácil, pero siguiendo unos consejos, tu perro poco a poco irá aprendiendo a seguir tus órdenes.
Algunos trucos para que tu perro siga instrucciones y te haga caso:
Saber educarlo:
Desde el momento en que tienes a tu mascota por primera vez, hasta el último día, es importante respetar los espacios de cada uno, porque sí, los perros al igual que las personas también necesitan su espacio personal. Indicarle de forma clara y precisa a través de señas o sonidos lo que puede o no puede hacer, es una gran herramienta.
Condicionar:
En la psicología el término del condicionamiento es muy aplicable en animales. Para ello solo necesitaremos algún tipo de silbato u objeto que emita un ruido perceptible por el animal y una recompensa que puede ser comida o caricias. Funciona de la siguiente manera:
Si su principal objetivo es que su mascota no haga sus necesidades básicas en casa, debe darle a entender que aquello no está bien y que por hacerlo, recibirá un castigo. Si usted se percata de que su mascota está a punto de cometer el acto, diga con voz fuerte, pero sin gritar “NO” y señale con su dedo índice, si el perro no le presta atención, repita la acción una segunda vez, dando un paso más cerca de la mascota, si el perro sigue sin reaccionar, podría coger a su mascota y ponerlo en un rincón de la casa, de esta forma asociará ese rincón como algo malo y no le gustará, por lo tanto si hace algo y lo mandamos a ese rincón, asociará ese acto con dicho rincón.
Una vez estando ya en el rincón, le diremos con voz fuerte, pero sin gritar, lo que hizo mal, sin necesidad de usar tantas palabras y repetiremos la acción tantas veces como sea necesaria, en algún punto, el perro entenderá que no lo deberá hacer, y cuando esto ocurra, y nos demos cuenta de que ya entendió la orden, debemos premiarle con alguna caricia, una palabra de aliento o un snack, así sabrá que lo ha hecho bien.
No es fácil educar a algunos perros, ni es algo que conseguiremos en dos días, debemos tener paciencia porque este proceso puede durar incluso algunos meses, pero todo esfuerzo merece la pena.