El dragón barbudo es uno de los reptiles más dóciles y por eso mismo es uno de los más recomendados para iniciarse en el mundo de los reptiles. Esta especie con aspecto tan característico pertenece a los desiertos de Australia y Nueva Guinea, por lo que están acostumbrados a zonas secas y áridas.
No son unos animales muy grandes, y cuando alcanzan su edad adulta pueden llegar a los 50 centímetros. Algo que debemos tener en cuenta a la hora de buscar un terrario para ellos, como siempre, cuanto más grande mejor.
El terrario:
Es aconsejable que sea de al menos 200 litros para que puedan tener sitio para andar y explorar.
La tapa debe tener un cierre fuerte, ya que estos reptiles son fuertes y podrían abrir la tapa y escapar. Un buen consejo es colocar una malla protectora para que de esta forma no puedan escapar.
También debemos colocar en el terrario lámparas para recrear la luz del sol y producir calor, ya que estos son animales de sangre fría. Así que tenemos que controlar también la temperatura para que nuestra mascota se encuentre cómoda en su terrario.
Hay que proporcionarle también escondites para que pueda resguardarse cuando la lámpara le moleste.
El suelo:
El terrario debe tener un suelo de arena gruesa y podemos complementarlo con algunas rocas o troncos. Debemos buscar elementos naturales o de fibras, que permitan mantener el calor y hagan que el reptil se encuentre cómodo en el terrario.
La temperatura:
La temperatura que debemos mantener en el terrario tiene que rondar los 24 grados y para controlar la temperatura podemos utilizar un termómetro.
Para conseguir esta temperatura en nuestro terrario podemos utilizar lámparas de calor, rocas que proporcionan calor a los reptiles y otros elementos que podemos encontrar en tiendas especializadas.
Lámpara diurna y nocturna:
Es conveniente tener dos tipos de lámparas en el terrario, una diurna que simule la luz del sol y proporcione calor al reptil y otra nocturna para regular y mantener la temperatura durante la noche y permitir que nuestra mascota descanse.
La higiene:
Hay que mantener el terrario limpio para que el animal este cómodo y sea menos propenso a padecer enfermedades derivadas de una mala higiene. Se recomienda limpiar el terrario al menos un par de veces por semana.
La alimentación:
La dieta de estos reptiles se basa en insectos, por lo que si somos personas que no nos llevamos bien con los insectos, no es recomendable este tipo de mascota. Además para complementar su alimentación y aportarles todos los nutrientes que necesitan podemos encontrar muchos suplementos en tiendas especializadas.
Si nuestro reptil tiene una buena alimentación crecerá fuerte y sin problemas de salud.
Como siempre decimos, antes de tener una nueva mascota debes informarte bien y estar muy seguro de que podrás mantenerla y proporcionarle todo lo que necesita.