¿Cuándo debo ponerle un bozal a mi perro?

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Todas las personas que tienen perros como mascotas, saben que pueden llegar incluso a considerarlos miembros de su familia. Pero estos animales necesitan recibir una educación adecuada para comportarse correctamente tanto en casa como en la calle con otras personas o animales.

Los dueños de los perros suelen pensar que la educación de su perro es la mejor y que puede comportarse perfectamente ante cualquier situación, pero debemos conocer las leyes de nuestro país y saber si dependiendo de la raza de nuestra mascota estamos obligados a sacarlo a la calle con bozal o no.

 

¿Cuándo debemos utilizar un bozal?

El bozal es un elemento que siempre genera cierta polémica, puesto que incluso muchos adiestradores de perros están en contra de la utilización del bozal, puesto que consideran mucho más importante proporcionarle a nuestro perro una buena educación que colocarle un bozal para evitar ladridos y mordiscos.

 

En España, la ley dice que estamos obligados a poner bozal a todos aquellos perros que se consideren de razas peligrosas, como por ejemplo los Pitbull, Rottweiler o incluso en algunas localidades, Pastores Alemanes. Debido a que esta ley puede ampliarse dependiendo de la localidad en la que nos encontremos. Por este motivo debemos informarnos de las leyes de la localidad antes de sacar a nuestro perro a pasear.

Probablemente todos los dueños de mascotas estén en contra de la utilización del bozal en su perro, pero hemos de pensar que de esta forma no sólo estamos evitando que pueda agredir a alguna persona o a otras mascotas, sino que la mejor forma de enfocar el uso del bozal es que de esta forma estaremos educando a nuestro perro en otros aspectos como por ejemplo no comerse nada del suelo. Evidentemente el mismo resultado podríamos conseguirlo con esfuerzo y educación de nuestra mascota, pero hasta que nuestro amigo peludo esté listo para salir sin bozal, siempre que la ley lo permita, es mejor que lo utilicemos.

 

Otro momento importante en el que debemos plantear el uso del bozal es cuando acudimos al veterinario, sea por el motivo que sea, ya que los perros sienten mucho miedo cuando acuden al veterinario y de esta forma estamos evitando un posible ataque al veterinario, además de conseguir que se comporte mejor mientras estamos esperando nuestro turno.




 

¿Qué tipos de bozales existen?

En las tiendas para mascotas podemos encontrar multitud de bozales para nuestro perro y de varios tipos, dependiendo de la raza, el tamaño o las necesidades que tengamos, debemos elegir el que mejor nos venga.

Lo normal es que encontremos dos tipos de bozal que son los más comunes, los que se conocen como de tipo canasta y los regulables.

Los bozales de tipo canasta son unos bozales que permiten que si el perro quiere puede abrir la boca, ya que simplemente crean una barrera entre la boca y el exterior. Son incómodos para nuestra mascota pero son muy seguros. No podrá morder nada, pero sí podrá respirar por la boca y en caso de que tenga que vomitar, podremos reaccionar a tiempo para quitárselo. El hecho de vomitar puede ser muy peligroso en otros tipos de bozales que no permiten abrir la boca, ya que pueden llegar a morir asfixiados si vomitan.

Los bozales de tipo regulable, son más bonitos, pero son mucho más incómodos para nuestro perro. Este tipo de bozal no puede mantener la boca del perro cerrada por completo, por lo que puede dar pequeños mordiscos. Son bastante seguros ya que al permitir regular la presión que queremos conseguir evitará que puedan morder contra cualquier cosa que les llame la atención.

En el caso de que nuestro perro esté obligado por ley a utilizar bozal, recomendamos un bozal tipo canasta, puesto que será lo suficientemente seguro tanto para nuestra mascota como para otras personas o mascotas.

 

 

¿Cómo puedo conseguir que mi perro se adapte al bozal?

Más vale prevenir que curar, por lo que si sabemos que nuestro perro necesitará llevar un bozal cuando sea adulto, lo mejor es acostumbrarlo desde pequeño. Si además de esto añadimos el bozal a la educación que le proporcionamos utilizando premios cuando no se queje por llevarlo, estaremos ayudando a que en un futuro no sea una situación incómoda para él.

Si nuestro perro ya es adulto nos será más complicado, nos ladrará  e intentará mordernos, lo cual no será una situación agradable para ninguno de los dos. Debemos mantener la calma y no asustarnos y sólo en el caso de que veamos peligrar nuestra integridad debemos alejarnos, pero sino, hemos de tratar de enseñarle que el bozal no le va a hacer ningún daño y tendrá que aceptarlo tarde o temprano.

La situación ideal para practicar cuando ponerle el bozal es algún momento tranquilos en casa, y ofreciéndole premios cuando se lo pongamos y se lo quitemos. De esta forma entenderá que el bozal es bueno, ya que se le premia por ello y será más fácil ponérselo cuando lo necesitemos. Si tratamos de ponerle el bozal justo antes de salir a la calle, es probable que esté muy nervioso y sea más difícil.

 

 

Como conclusión, hemos de pensar si nuestro perro necesita realmente un bozal, ya sea por su bien o si está obligado por ley. No hagas que tu perro pase un mal trago por un simple capricho de llevar un bozal si realmente no lo necesita.

Siguiendo nuestros consejos y los que te de tu veterinario de confianza, no tendrás ningún tipo de problemas con tu perro y su bozal.

 

Imagen de la galería de Flickr de John Piercy