Muchos acuaristas preguntan, ¿cuál es la temperatura óptima para mi acuario de agua salada? Lamentablemente, no hay una respuesta sencilla y directa a esta pregunta. La elección de la temperatura en un acuario dependerá mucho de la opinión del propietario. Algunos acuaristas creen que es mejor mantener el tanque entre 23-25 grados, algunos dicen 23-28 grados. Otros sin embargo opinan que algunos corales y peces, que provienen de aguas tropicales cálidas, se adaptan mucho mejor a temperaturas más altas de aproximadamente 28-30 grados o más.
Hay expertos que señalan que los corales que tienes en tu acuario provienen de diferentes temperaturas del agua oceánica desde 22 grados hasta aproximadamente 34 grados y afirman que mantener un tanque en el rango superior a 24 – 26 grados hará que los peces que provengan de zonas marinas con esas temperaturas estén bien en nuestro acuario pero los que no provengan de zonas con esas temperaturas no lo estén. Por este motivo es muy importante informarse sobre qué especies podemos mantener y no tener especies de lugares muy dispares conviviendo en el mismo acuario. Saber qué tipo de animales tienes y de dónde vienen juega un papel importante a la hora de decidir cuál es la mejor temperatura para tu acuario.
Si tenemos un acuario estable con corales sanos, sin signos de algas y con el equipo necesario para eliminar eficientemente los desechos, sí sería seguro aumentar la temperatura del tanque. Sin embargo se ha demostrado que la mejor temperatura está en torno a los 26 grados, ya que los corales prosperan en el agua varios grados a cada lado de esta temperatura.
Otros factores importantes a tener en cuenta si decidimos aumentar la temperatura del acuario son:
En un sistema cerrado puede haber un exceso de desechos metabólicos para tratar. Si estos desechos no se eliminan adecuadamente, con temperaturas altas en el tanque esto puede causar problemas como floraciones de algas incontrolables y enfermedades de peces o corales que prosperan en condiciones más cálidas. En aguas de mar abierto, hay muchos organismos marinos que controlan estos problemas, pero en un acuario no disponemos de ellos.
El agua más caliente da como resultado la falta de oxígeno disuelto en el agua. La pérdida de oxígeno disuelto puede sofocar y matar a los peces de su tanque mucho más rápido de lo que lo harían las temperaturas más altas. Pero, teniendo un buen movimiento del agua y una buena aireación de la superficie y del acuario, este problema puede controlarse.
Los cambios de temperatura rápidos o drásticos pueden tener un efecto muy perjudicial sobre las algas zooanthelas, que son esenciales para proporcionar nutrición a la gran mayoría de los corales. Los cambios de temperatura pueden obligar a las zooanthelas residentes a abandonar el coral, lo que da como resultado el blanqueamiento del coral y en ocasiones la desaparición del coral.
Como puede ver, las opiniones sobre este tema son muy amplias. Sin embargo, el consenso principal parece ser que cualquier animal expuesto a las temperaturas cambiantes del agua se verá estresado y probablemente muera, pero con la aclimatación gradual, los animales pueden adaptarse a sus entornos.
Las temperaturas más altas pueden presentar problemas para algunos de los peces de su acuario, pero la temperatura del acuario constantemente cambiando hacia arriba o hacia abajo en cortos periodos de tiempo parece ser más peligroso.
Si tiene problemas extremos de temperaturas constantemente fluctuantes, que varían más de cuatro grados, hacia arriba o hacia abajo, una de las primeras soluciones es agregar un calentador o enfriador para poder controlar la temperatura.
Lo ideal es buscar alguna tienda especializada y ellos nos asesorarán sobre qué producto necesitamos.
Manteniendo nuestro acuario a una temperatura óptima, dependiendo de las especies que tengamos, nuestros peces crecerán sanos y felices.