Cuando tenemos aves como mascota solemos tenerlas en jaulas o pajareras, donde pasarán la gran mayoría del tiempo, por eso es muy importante que mantengamos estas instalaciones con la máxima higiene posible, para que nuestras aves crezcan felices, de forma saludable y tengan una vida plena.
Dependiendo de las aves que tengamos, tanto el número como el tipo. Nos será más o menos sencillo realizar las tareas de limpieza, por ejemplo, no es lo mismo limpiar un canario que un loro.
Para que tus aves estén felices en sus instalaciones y gocen de una salud plena, puedes seguir estos consejos:
La jaula o pajarera debe ser amplia, cuanto más mejor, y debemos ubicarla en sitios donde no de directamente la luz del sol y la temperatura sea agradable.
Debemos limpiar la bandeja o el fondo de la jaula una o dos veces por semana, para asegurarnos de que siempre está en condiciones óptimas. Una costumbre muy extendida es poner en el fondo papel de periódico, para de esta forma retirar la suciedad más fácilmente, pero esta práctica no es muy buena debido a que las aves pueden picotearlo y enfermar. Se recomienda utilizar arena sanitaria o de gatos, que es totalmente inofensiva para nuestras aves y nos facilitará la limpieza.
Una buena idea para que nuestra mascota pueda refrescarse, sobre todo en verano, es colocar una bañera en su instalación, pero debemos cambiar el agua diariamente o una vez termine de refrescarse para evitar que pueda beber de ahí.
Los palos o columpios donde se posan también debemos limpiarlos con regularidad para evitar que se acumule la suciedad en ellos.
Otra buena técnica es colocar la comida y el agua en recipientes externos, de esta forma además de evitar que se manche o estropee su alimento, evitamos también más suciedad dentro de la instalación.
Debemos observar las uñas de nuestras aves y si vemos que han crecido demasiado es recomendable que se las cortemos para evitar que se enganche y pueda hacerse daño o se le atrofien las patas. Para ello utilizaremos unas tijeras especiales y si no sabemos cómo hacerlo o tememos por hacerle daño, podemos acudir al veterinario para que lo haga.
También es recomendable observar su plumaje, ya que aunque las aves se acicalen las plumas, si observamos puntos rojos o negros, pueden ser ácaros. En tiendas especializadas podemos encontrar sprays anti ácaros que simplemente rociaremos por encima del ave.
Si tenemos aves más grandes como por ejemplo loros, hay que tener en cuenta que estas tienen unos cuidados más específicos.
Estas aves por naturaleza liman y gastan sus picos contra árboles y rocas, por lo tanto si los mantenemos en jaulas o pajareras debemos proporcionarles algo para que puedan hacer esto igualmente. Para ello en tiendas especializadas podemos encontrar piedras de calcio o sepias, que además de ayudarles a limar y gastar el pico, serán un aporte extra de calcio.
Si nuestras aves se sienten seguras con nosotros podemos rociarlas con una manguera de forma suave, similar a la lluvia. Esto suele ser una experiencia agradable para nuestras aves, pero en caso de que veamos que no está cómoda no debemos forzarla.
Siguiendo estos consejos garantizaremos que nuestros amigos con plumas disfrutarán de una vida plena y sin enfermedades que puedan ser generadas por una mala higiene en sus instalaciones.