Todos los cachorros jóvenes tienen por costumbre morderlo todo y llevarse a la boca cualquier cosa. Esto es una conducta normal y que no suele ocasionar ningún daño serio. Aún así es importante corregir este tipo de conductas antes de que pase a ser un adulto y un mordisco sí cause un daño importante.
Cuanto antes empecemos con este entrenamiento, más rápido lo aprenderá. Los cachorros son como los bebés, aprenden cada día y por lo general lo ideal es empezar a las 6 semanas de edad.
Tiene que aprender que los mordiscos hacen daño, para conseguirlo pronuncie un «¡No!» cada vez que le muerda. Así aprenderá que debe ser más suave.
Debemos conseguir algún juguete que pueda mordisquear, teniendo en cuenta que sea alguno especial para perros, que si se come algún trozo no sea perjudicial para él.
Si te ignora y vuelve a morderte, insistele con el «¡No!». Si a pesar de insistir no para de morderte, abandona la habitación, así aprenderá que si muerde pierde a su compañero de juegos.
La paciencia es la clave para el éxito, tienes que dejar claro que los mordiscos son dolorosos aunque no lo sean.
No te olvides de recompensarle cada vez que lo haga bien, dile palabras de elogio y premiale con alguna golosina, así aprenderá más rápido
Algunos consejos a seguir:
Asegúrate de que no le falten juguetes y objetos que pueda morder sin problemas.
Los paseos largos, jugar con él y aprender trucos son buenas distracciones para que no muerda.
Intenta fijarte unos horarios para jugar con él.
Recuerdale a toda tu familia y a las personas que traten con él que no deben permitir mordiscos.
Los juegos violentos como tirar de la cuerda pueden incentivar la conducta de los mordiscos.
Siguiendo esta serie de consejos tu cachorro aprenderá que no debe morder a las personas y los más pequeños podrán estar seguros con nuestra mascota.