Europa atraviesa uno de los veranos más calurosos que se recuerdan. Una circunstancia que no sólo sufrimos los seres humanos, sino que también afecta a nuestras mascotas. En el caso de los perros, sin duda el animal de compañía favorito de los europeos, la situación no es diferente: al igual que nosotros el calor les expone a una serie de riesgos que pueden perjudicar seriamente no sólo su estado de bienestar, también a su salud.
La principal amenaza a la que se enfrenta la salud de los perros en esta época es la de sufrir un golpe de calor o hipertermia. Lo que no es otra cosa que una subida súbita y grave de la temperatura corporal que puede llegar a costarle la vida si no se actúa con celeridad.
Un perro puede llegar a fallecer tras sólo diez minutos en el interior de un coche expuesto al sol. Y, si es rescatado a tiempo, podría sufrir secuelas vasculares, hemorragias o incluso un edema cerebral debido al golpe de calor.
Lo más seguro para los perros es que estemos preparados ante esta circunstancia. Y para ello es necesario aclarar tres puntos: cómo prevenir el golpe de calor, cómo detectarlo y cómo actuar si mi perro sufre un golpe de calor.
La temperatura normal para el organismo de un perro son 39ºC. Si sufre una subida súbita de temperatura se desencadenan fallos internos, a medida que el sistema termorregulador va perdiendo el control de la situación.
Además hay que tener en cuenta que los perros no transpiran como las personas y que tan sólo pueden perder calor a través del jadeo, del sudor en las almohadillas de las patas y de la transmisión en ciertas zonas con poco pelo. Por lo que les cuesta más enfriarse que a nosotros.
Cómo prevenir el golpe de calor
Son consejos muy básicos y sencillos los que hay que seguir. Por eso, aunque sean de sentido común, conviene recordar estos seis puntos básicos:
El perro debe tener acceso a agua limpia y fresca las 24 horas. Ya que la hidratación es básica para refrescarse y regular su temperatura frente al calor.
Darle de comer en horas menos cálidas. Al menos en verano, lo más recomendable según los expertos en veterinaria es que los perros coman a primera y última hora del día. Ya que el calor intenso reduce el apetito y actividad de nuestros perros.
Nunca rapar a vuestro perro. El pelo es la protección natural de nuestra mascota. Le protege del sol y las quemaduras. Sí podemos cepillarlo o llevarle a una peluquería canina para que se lo corten profesionales.
Mucho cuidado con la temperatura del suelo. Muchos perros sufren quemaduras en las almohadillas de sus patas debido a la altísima temperatura que puede alcanzar el asfalto. Se recomienda que, si vamos a sacar a nuestro perro, hagamos la prueba de los 5 segundos. Si no aguantas con el dorso de la mano posado sobre el suelo durante 5 segundos, es que está demasiado caliente para que tu perro camine por él.
Nunca lo dejes solo en el coche o en un balcón donde esté expuesto al sol. Un perro puede morir en apenas unos minutos si lo dejamos encerrado en el coche. Incluso aunque esté a la sombra es muy peligroso.
Por último debemos prestar especial atención a los perros de razas de hocico corto o chato. Denominados como braquicéfalos, razas de perro como el carlino, el bóxer o el bulldog, suelen tener tendencia por ello a respirar peor que ejemplares de otras razas. Dado que la respiración y el jadeo son las dos principales formas de autorregular su temperatura, esto hace que este tipo de perros sean más propensos a sufrir golpes de calor.
Síntomas del golpe de calor en perros
Pero sin duda lo más importante, más allá de la prevención, es saber detectar que un perro está sufriendo una hipertermia. Los síntomas que pueden darnos la pista son variopintos, y unos más evidentes que otros. Pero si tu perro sufre más de uno lo más probable es que esté sufriendo o a punto de sufrir un golpe de calor.
Que tenga la piel o las almohadillas de las patas más calientes de lo habitual, pose el vientre sobre lugares fríos, mantenga la boca abierta con constantes jadeos o salivación excesiva son algunos de ellos. También pueden presentar vómitos, mareos, convulsiones, tropiezos o una expresión ansiosa o de alerta. Otros signos distintivos son una temperatura rectal muy alta, o que sus encías se muestren muy rojas y brillantes. Todos ellos son síntomas distintivos del golpe de calor. Por lo que deberemos actuar de inmediato.
¿Cómo tratar el golpe de calor en un perro?
Lo primero que debemos hacer es tratar de bajar la temperatura del animal lo antes posible. Para ello llévalo a la sombra, a un lugar fresco si es posible. Y dale agua fría para que se hidrate, si aún está en condiciones de beber. Si no, trata de refrescarlo con agua. Pero nunca de golpe ni con una manguera. Hazlo poco a poco. Para que recobre una temperatura adecuada de forma paulatina.
Si el animal continúa sin reaccionar tendrás que acudir inmediatamente a un veterinario de urgencia. Pero antes debes mojar una toalla o prenda de ropa y colocársela sobre la cabeza y el cuello. En cualquier caso, si logras que recupere su temperatura y buen estado antes de este punto, lo más recomendable es que, cuanto antes, lleves al perro a un profesional veterinario para una revisión que compruebe que el golpe de calor no le ha causado ninguna secuela.