No es necesario tener un gato para haber oído alguna vez que estos animales no son muy amigos del agua, algo que no es totalmente cierto, puesto que si acostumbramos a nuestro gato al agua desde pequeño disfrutará mucho de la hora del baño.
Los gatos son unos animales muy limpios que están constantemente aseandose ellos mismos, por eso no es necesario que les demos un baño con frecuencia, sólo si realmente es necesario.
Lo ideal es acostumbrar al gato al baño durante los dos primeros meses de vida, ya que en esta etapa es cuando se muestran más receptivos a aprender y sociabilizarse.
¿Cuándo debo bañar a mi gato?
Como ya hemos dicho anteriormente, no es necesario bañar al gato con frecuencia. Para gatos que suelen estar en casa sin salir al exterior puede ser suficiente con un baño al mes o incluso cada dos meses.
Hay casos en los que sí debemos darle un baño a nuestra mascota. Por ejemplo:
- Un gato callejero al que adoptamos, lo primero que debemos hacer es darle un buen baño y desparasitarlo utilizando un champú especial para gatos.
- Gatos con problemas en la piel.
- Gatos que se han metido en lugares con mucho polvo o grasa.
- Si no hemos cambiado la arena y estaba más sucia de lo normal es buena idea darle un baño para quitarle el olor a orina.
- En época de muda ayuda a deshacernos del pelo muerto.
¿Cómo debo bañar a mi gato?
Debemos evitar los ruidos y los movimientos bruscos para que nuestra mascota esté tranquila y no se asuste.
Cómo ya hemos mencionado lo ideal es acostumbrarlos de pequeño para que no se asusten, debemos hacerlo con calma y sin ninguna prisa.
Un buen truco para que el gato esté más calmado y tranquilo a la hora del baño es que en la bañera, pila o donde le demos el baño, coloquemos una toalla para que el gato se coloque encima y pueda agarrarse con las uñas. Esto hará que se sienta más seguro en el agua.
Poco a poco iremos añadiendo agua tibia hasta que cubra al gato aproximadamente por los pies y con la ayuda de un recipiente, vaso o simplemente con las manos iremos echando agua despacio por encima del gato.
Una vez esté mojado le aplicaremos el champú. Tenemos que utilizar siempre un champú especial para gatos, estos champús no son caros y podemos adquirirlos en cualquier tienda especializada.
Para terminar aclaramos el champú y procedemos a secar al gato con una toalla. Es conveniente que antes de soltarlo lo dejemos bien seco para evitar posibles resfriados.
Normalmente los gatos no toleran el sonido del secador, pero si nuestro gato lo soporta podemos utilizarlo sin problema. Si no lo soporta seguiremos con la toalla.
Otra alternativa para la higiene y el baño del gato es utilizar un champú en seco, que también podemos adquirir en tiendas especializadas, facilitará la tarea del baño, puesto que no tenemos que mojar al gato y además para el invierno evitaremos que nuestra mascota pase frío al estar mojada.
Siguiendo estos sencillos pasos vuestro gato disfrutará de los baños y lucirá un pelaje limpio y brillante.